Las actividades al aire libre y en contacto directo con la naturaleza nos parecen importantísimas en esta etapa para que el niño explore, manipule, se cuestione y pregunte, en definitiva, favorecen el desarrollo integral estimulando todas las facetas de su desarrollo.
Contamos con un huerto que semillamos en primavera . Los niños aprenden a hacer los surcos y para qué sirven, a regar y cuidar las plantas y a recoger y disfrutar de los productos de la huerta, ¡les encantan los tomates cherry y las fresas!
Una vez recolectados sus frutos, elaboran recetas riquísimas y disfrutan comiendo fruta ecológica.
